sábado, 25 de agosto de 2007

Argentina 87 Puerto Rico 75 - El segundo paso

En un torneo extenso y maratónico como este, donde se juega todos los días y a distintas horas, cada meta se logra en tan corto plazo que casi no hay tiempo a saborearla. Pero otra vez el juego le sonrió a la Selección y se quedó con una victoria ante un adversario más exigente que en la primer jornada.

Puerto Rico es más que Uruguay y eso quedó patente con ese comienzo difícil, con las conversiones de Arroyo y Ayuso el inicio fue una verdadera pesadilla. Dominio total del conjunto centroamericano con ese tándem marcando el ritmo en la pintura, Ramos tomando opciones bajo el cesto, mas una alta efectividad en el gol externo ante unos albicelestes desconcertados que no hacían pie en cancha, a partir del 31-19 abajo en el marcador se plasmó ese lecho de espinas de rosas que era el encuentro.

Con correcciones defensivas Hernández pudo parar la sangría, y con la aparición goleadora de los internos comenzó a mejorar la consistencia colectiva albiceleste, con mucho corazón y el trabajo del Luifa la brecha se recortó, sustentada principalmente en que los suplentes nacionales mejoraron las marcas y las figuras puertorriqueñas se fueron apagando, aunque el dúo atacante puertorriqueño seguía acertando estocadas difíciles de digerir en la pintura.

Pero la imagen del segundo chico fue de la mejoría, desteñida en su epílogo por los impresentables jueces y un fallo de antología: advirtieron una falta sobre Quinteros pero confundieron a la víctima del foul, marcando infracción sobre Scola que fue a la línea y anotó los dos intentos reglamentarios, pero luego de extensos conciliábulos con la mesa de control anularon esos tiros y de manera inexplicable le dieron el balón a los caribeños, una vergüenza. Así, calientes se fueron los ánimos al entretiempo y perdiendo en el marcador por cuatro.

Pese a todo el campeón olímpico (aunque tenga poco de aquel del 2004) sacó la chapa de su personalidad con Lo Grippo como estandarte y se mostró como un equipo guerrero (detalle mas que interesante pensando en todo lo que viene). Con un desarrollo parejo, se sufrió por un lado a los mismos protagonistas boricuas del primer chico, y también a un Delfino apagado, algo que restaba vías de gol. Sin embargo se disfrutó del ex Atenas siendo monumental en defensa y el aporte de las importantes conversiones de Porta y Leo Gutiérrez.

Sin descuidar la tarea de Paolo Quinteros, que en momentos claves mató con sus aciertos y así otra vez se tuvo que dar lugar a los instantes de lucimientos de los muchachos de la Oveja, que pudieron alejarse claramente 73-58.

Pero la vorágine arrolladora de la competencia obliga a reservar fuerzas, y por eso el equipo se quedó y como tampoco reaccionaron del lado opuesto por un largo rato todo estaba encaminado, sobre todo por la seguridad en los recuperos en el cristal propio para recortar las chancees ajenas. La salida de Scola para descansar, había restado magia, pero su vuelta sirvió para asegurar el triunfo.

Quedó la mancha del cierre con un equipo probando mucho desde el perímetro, en vez de buscar la mas segura vía interna, cuestión que dio via libre a un 10-4 adverso. Dos triples de Delfino, de rendimiento ascendente en el juego, permitieron cerrar toda esperanza a los dirigidos por Cintrón.

Se puede, con todas las imperfecciones de un equipo que no tiene a todas sus estrellas, pero con las que están, más un grupo de buenos y voluntariosos jugadores, las opciones siguen intactas. La selección sigue por buen camino.

Síntesis:

Argentina 87: Pablo Prigioni 7, Carlos Delfino 15, Federico Kammerichs 4, Luis Scola 22, Román. González 8 (FI). Diego Lo Grippo 9, Antonio Porta 2, Leonardo Gutiérrez 7, Paolo Quinteros 11, Matías Sandes 2, DT. S. Hernández.

Puerto Rico 75: Elías Ayuso 21, Carlos Arroyo 20, Angelo Reyes 7, Carmelo Lee 3, Peter Ramos 8 (FI). Filiberto Rivera 6, Rick Apodaca 2, Alexander Falcon 3, Ricardo Sanchez Rosa 2, Héctor. Valenzuela 0, Angel Figueroa 3. DT: M. Cintrón.
Parciales: 27-17, 39-35, 55-62.

Árbitros: Guerrino Cerebuch (ITA), Carlos Dos Santos (Brasil) y Reynaldo Mercedes (Dom).

Por Ezequiel Del Bueno