Nuevamente necesitamos recordar que estos son encuentros de pretemporada donde se busca la óptima puesta a punto y los resultados son realmente relativos, pueden marcar ciertas tendencias, pero el concepto es tan endeble que realmente sirve de poco extraer conclusiones definitivas.
Aclarado el punto, es hora de analizar el desarrollo de un partido con resultado cantado, el básquet suele ser un deporte ceñido a la lógica y esperar otra chapa en el marcador hubiese sido una rotunda sorpresa. Pero si se analiza el plan de juego propuesto por Oscar Sánchez, guardándose parte de la artillería y sin terminar de completar la plantilla que afrontará la Liga, podía inferirse un desenlace como tal cual ocurrió.
Al Cervecero no le sobró nada, estuvo al borde del descarrilamiento en varios pasajes del partido y tuvo que cerrarlo prácticamente a los ponchazos. Quilmes jugó mal y esa es la primera razón por la cual su triunfo pendió de un hilo en mas de un lapso; se desdibujó luego de un arranque fulminante, 21-9 fue el final del primer chico, que desnudó los serios inconvenientes triperos para generar y resolver situaciones ofensivas.
Pero con rompimientos de Bendel y Manzanares (que también sumó por la vía externa) el Lobo sumó puntos pese a que en el afán de anotar desordenó demasiado sus ataques y le sirvió en bandeja el contragolpe al adversario, aunque esta vez lo ayudó la rotación del banco marplatense.
Gimnasia despertó y el tercer chico, pese a galopar el marcador desde abajo, salió decidido a pelear el encuentro. Con Manzanares y Rivera se dispuso a dar batalla en los cristales y solo Maciel encaminaba el ataque rojiblanco. El juego que en ese momento era mediocre, se emparejó, mérito de los muchachos de Córdoba.
El conjunto tripero fue de menor a mayor, porque en el último cuarto hay que decir que jugó bien, presionó al rival y halló puntos en base a triples (10/27 en ese ítem) que lo acercaron en el marcador y pusieron en serios apuros a los cerveceros. Manzanares anotó tres tiros externos, ayudado por uno del Ruso y otro de Rivera, le pusieron pimienta a un final en el cual Aguirre con dos libres darle un punto final a una historia que se esperaba, pero que enciende una esperanza.
El Lobo dejó cosas interesantes (sobre todo en el final) que será cuestión de ir puliendo. La eliminación de la Copa Argentina es un dato menor, lo que realmente vale es que por momentos el equipo aparece.
Síntesis:
Gimnasia (LP) (71): Fernando Rivera 9, Pablo Bendel 14, Gabriel Moravansky 7, Alejo Barovero 4, Nicolás Ojeda 6 (FI). Lisandro Villa 7, Esteban Rusconi 3, Ezequiel Manzanares 21. Entrenador: Ronaldo Córdoba.
Quilmes (MDP) (74): Nicolás Aguirre 11, Facundo Piñero 8, Antonio Dean 19, Ezequiel Dentis - y Maximiliano Maciel 19 (FI) Sebastián Porta 4, Selem Safar 9,Diego Romero 4 y Dragan Capitanich 0. DT: Oscar Sánchez. Parciales: 21-9, 35-28, 52-43 y 74-71.
Jueces: Oscar Brítez y Alejandro Zanabone
Por Ezequiel Del Bueno