miércoles, 23 de julio de 2008

Ginobili: "Está todo bien"

La Argentina tuvo la mejor noticia en el choque ante España: el bahiense jugó 21 minutos, mucho más de lo planificado. "Estoy conforme y contento porque no me dolió el tobillo izquierdo", dijo tras su primer partido después de dos meses

MADRID.- "Este pibe es una bestia, es un grande muy grande." Satisfecho y hasta con una sonrisa, el vicepresidente de la Confederación Argentina de Básquetbol, Germán Vaccaro, susurraba casi al oído esa conclusión, mientras lo señalaba a Emmanuel Ginóbili, que estaba atrapado, como siempre en todos lados, por una maraña de micrófonos y cámaras en un pasillo de la zona mixta.

Una reflexión que compartirán muchos seguramente, aunque viviéndolo aquí, tan de cerca y expectante por cada movimiento del bahiense, quedó la sensación de que se lo utilizó mucho, que conociendo su mentalidad ganadora y su garra, se lo expuso a una exigencia suprema, que sobrepasó peligrosamente el tiempo previsto de juego.

Diego Grippo, el médico de la delegación, y Sergio Hernández, habían pronosticado que estaba para jugar entre 10 y 15 minutos. Y terminó sumando 21 en la caída por 90-88 ante España. Una exageración. Incluso, hasta se lo vio volver renqueando al banco en un tiempo muerto durante el último cuarto. ¡No, salí renqueando, pero de la otra pierna, de la derecha, me dolía un poco el otro tobillo, además estaba muerto . Hacía dos meses que no jugaba un partido", dijo con un sonrisa el bahiense, como bromeando con la apreciación equivocada.

Manu comenzó el partido muy contenido, con el freno de mano puesto, pasando el balón, moviéndose en la ofensiva, pero sin penetrar ni tirar al aro. Su primer doble fue sólo en la apertura del segundo tiempo. Y allí se entonó, se envalentonó y se olvidó de la lesión. Enseguida clavó un triple para achicar a 6 tantos (63 a 57) la diferencia que había sido dos veces de 15 puntos (30 a 15 y 45 a 30 al cabo del primer tiempo).

"Estoy conforme y contento porque no me dolió el tobillo izquierdo. Está todo bien. Lo lamentable es que regalamos el primer tiempo, estuvimos muy pálidos y ante un equipo como España, eso es muy complicado. Pero rescato la actitud y el carácter que mostramos en el 2do tiempo", agregó.

Cuando se le preguntó por qué jugó tanto, encogió los hombros, y dijo: "El técnico me quiso poner, y qué querés que le diga, ¿que no juego? Lástima esa última bandeja en el contraataque que me barrieron del aro. Cuando arranqué, y empecé a correr, me pareció que había como 300 metros hasta el aro; me quedó lejísimo, por eso llegué exigido. No hay dudas de que estoy falto de ritmo".

Una acción decisiva a 18 segundos del final pudo haberle dado a la Argentina el primer empate (87-87) de todo el partido; sin embargo, Carlos Jiménez barrió legalmente la pelota, justo después de tocar en el aro y quedar habilitada para ser jugada por un defensor. Pero Manu tuvo otra oportunidad desperdiciada para empatar cuando le hicieron falta en un tiro de tres puntos, a siete segundos del epílogo, y falló el primero y embocó los dos siguientes para quedar nuevamente a un punto (89-88) del empate. "Es increíble, la pelota pegó dos veces en el aro y salió", comentó el escolta de los Spurs.

"Por suerte, metimos muchos triples al final y quedamos cerca del triunfo. Igual, me voy conforme porque nos pusimos fuertes en el segundo tiempo y mejoramos la defensa. Dimos un paso adelante más en la preparación y nos quedan muchos días para llegar bien a los Juegos", finalizó.

Hubo ayer dos partidos: el que jugaron ambos equipos y, por otro lado, el trabajo de Ginóbili. Y sin dudas el saldo es altamente satisfactorio, no porque haya acertado 4 de 5 triples o haya sido el goleador del equipo con 18 puntos, todos en el 2do tiempo, sino por el futuro promisorio que se abre camino a Pekín y porque se confirmó que tiene unas ganas tremendas de jugar con la celeste y blanca. Y también porque el tobillo lo va a dejar dormir tranquilo, y Manu no va a pensar en la lesión. Pero seguramente no se habrá dormido muy temprano al pensar en esas dos acciones que podrían haber empatado el partido en un momento crucial. Como el Manu de antes, o el de siempre.

Gentileza: Diario La Nación