La Selección de Mayores de La Plata no pudo ante su par de Bahía Blanca y perdío por 87 a 69 en el duelo disputado anoche por la cuarta fecha del Provincial de Mayores que se está disputando en territorio bahiense. El selectivo de nuestra Ciudad tuvo a Juan Abeiro como el goleador del encuentro con 15 unidades, mientras que en Bahía, Nicolás Cháves fue el máximo artillero con 16. De esta manera el anfitrión definirá mañana el título con Junín que ayer por la noche derrotó a Punta Alta por 84 a 73, mientras que La Plata deberá ganarle a Mar del Plata (anoche perdió con San Nicolás 83-81) para alcanzar la cuarta colocación en el certamen.
El trámite del partido fue parejo en el primer cuarto gracias a un buen trabajo defensivo de La Plata que controló a las principales armas en ataque de Bahía. Ya en el segundo cuarto la rotación generó un pequeño paréntesis en el duelo y los bahienses se fueron a diez en el tanteador.
Pero a la vuelta del entretiempo los dirigidos por César Adriani hizo los ajustes necesarios en defensa y faltando tres minutos se pudieron poner a dos puntos. Pero los de Ugolini volvieron a tomar la posta del encuentro y sacaron progresivamente una ventaja que fue decisiva en el tanteador. Aún así La Plata intentó volver a la vieja táctica que le había dado resultado al comienzo de la segunda mitad, pero no le alcanzó el tiempo para achicar la diferencia.
SÍNTESIS
Bahía Blanca (87): Leonardo La Bella (3), David Pineda (10), Leandro Cecchi (12), Nicolás Paletta (4) y Juan Manuel Torres (11)(FI). Juan Pablo Moran (8), Agustín Amore (0), Matías Cháves (16), Santiago Susbielles (0), Ramiro Heinrich (0), Mauricio Vago (7) y Herman Banegas (16). DT: Ariel Ugolini.
La Plata (69): Esteban Rusconi (12), Mariano García (8), Javier Bareiro (5), Augusto García (13) y Juan Abeiro (15)(FI). Pablo Bendel (8), Juan Ignacio Bruno (6), Federico González (2), Juan Seminara (0) y Manuel Couyoupetrou (0). DT: César Adriani.
Parciales: 24-23, 21-12 (45-35), 16-13 (61-48) y 26-21 (87-69).
Jueces: Sergio López y Rafael Cajaravilla.
Por Gonzalo Camilleri Pacheco
